Limpia tu piedra de río. Asegúrate de que no tiene suciedad
ni de que se esté rompiendo por ninguna parte. Lávala perfectamente. Después de
haberse secado, haz un borrador del dibujo que deseas pintar en la superficie.
Usa un lápiz claro para que no aparezca bajo una pintura de color claro.
Prepara la pintura. Usa pintura acrílica.
Asegúrate de que tienes un godete para combinar colores. De
no ser así, puedes usar un plato.
Usa pinceles planos de pelo duro. Consigue diferentes
tamaños para las zonas grandes y los detalles más finos para dar los toques
finales.
Dar una primera capa de pintura blanca a toda la pieza.
Comienza pintando las zonas grandes. Un problema común es
querer comenzar por las partes pequeñas y luego pintar alrededor de ellas.
Recuerda ir de grande a pequeño. Cuando termines las partes grandes, déjalas
secar antes de intentar pintar cerca o encima de ellas.
Pinta las partes pequeñas y da los toques finales. Superpone
colores o añade textura. Cuando la roca se ha secado al menos durante un día, se
le da una capa de barniz brillante en aerosol o porcelanizador.
Se debe lavar bien los pinceles con agua y jabón cuando
terminemos.
No dejes que los pinceles se sequen con pintura.
Las piedras de río tienen muchas formas. Los artistas las
dibujan y pintan como otro tipo de lienzo. Son un bonito regalo. Estas no son
“rocas mascota”, sino una manualidad artística.
Por último en la parte de abajo, firma con tu nombre y la
fecha.
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